Durante la larga conversación entre el falsificador de la pintura peruana «Los funerales de Atahualpa» y el deán de la catedral de Santiago –que terminará con uno de los dos muerto– se va revelando el plan que uniría el saqueo de Lima por parte de las tropas chilenas de la Guerra del Salitre con la muerte del presidente estadounidense Garfield y con la investigación del policía culí Quintín Quintana.

 Décima novela de Antonio Gil, Misa de batalla sigue la forma musical paródica del mismo nombre. Es además un relevante montaje histórico que pone en evidencia cómo la guerra, la religión y la política partidista son sólo magnificaciones de la cotidiana lucha contra esa injusticia que es también la muerte.